Drogas y alcohol fueron mi perdición,
mi escudo para la soledad,
y mi agrado mi protector.
Con el mundo a mis pies,
conseguí lo que quise.
Aun así seguía sin ser feliz,
rodeado de gente,
y agradando notable mente,
me monte un esquet:
que cambiaba según mi ambiente,
cambiaba como un camaleón,
cambia de color.
Me adaptaba a todas las situaciones:
de ser paracaidista a porno actor,
de ser un dan di a un señor,
de poner voz a mini yo.
¿que es lo que hice?
me pregunto ahora yo.
Maldita la broga y maldito el alcohol,
que fueron los que me llevaron,
a la perdición.
3 - 2004
No hay comentarios:
Publicar un comentario