Late de de pena el corazón de un ruiseñor,
no es de pena ni de nostalgia.
Sino de agobio infundido por otro,
que no soy vos,
lobo de noche y pájaro de día.
Pero anda solo en su trabesia,
sufre de heridas en su cuerpo y no lo exterioriza.
Se quedan en sus adentros
y sufre de agonía.
llora en silencio el alma desvalida,
del pájaro y el lobo en su misma agonía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario