Me enseñaste a bailar,
pero no bailaras en mis sueños.
Me enseñaste a vivir,
pero no vivirás mi vida.
Pero sin embargo...
en cada baile,
en cada vida,
y encada sueño.
Perdura siempre la huella
del camino enseñado.
Y de ver la semilla que a madurado.
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